Aerofobia

aerofobia

La aerofobia, término que puede ser utilizado para describir tanto el miedo a volar como el miedo al viento; este ultimo era mas utilizado en la época pre-aeroplanos, hoy en día  la expresión refiere a aquellos  quienes tienen temor a volar.

Efectos de la aerofobia

Al igual que con muchas fobias, la aerofobia puede causar angustia y ansiedad y puede interferir con las actividades normales de la vida, e incluso llevar a la depresión. Esto es especialmente cierto si la víctima tiene amigos o familiares en el extranjero. Hay que saber y es importante que la aerofobia no sólo causa trauma psicológico sino que también hay una gran gama de síntomas físicos también.

Los signos y síntomas de la aerofobia

La aerofobia puede causar muchos problemas físicos en la víctima.

Estos síntomas pueden comenzar con la sola idea de volar, al entrar en un aeropuerto, o ya cuando iba a bordo del avión. Los síntomas pueden incluir:

  • falta de aliento
  • palpitaciones
  • náuseas
  • vómitos
  • sequedad de boca
  • mareos y temblores.

Algunos pacientes experimentan una forma leve de ansiedad, con síntomas menos graves, mientras que otros pueden desarrollar ataques de pánico.

Las causas de la aerofobia

Aunque hay muchas especulaciones sobre las causas, muchas víctimas serán capaces de explicar los suyos de una manera que pueden parecer irracionales a otras personas. La víctima se suele aceptar el argumento lógico y de acuerdo en que su fobia se basa en un miedo irracional, pero esto no les ayuda a vencer el miedo.

Se culpa en parte a la intensa cobertura mediática de los desastres de vuelo, para aquellas personas que al no haber volado no se puede aducir una experiencia de vuelo que particularmente desagradable.

Los tratamientos para la aerofobia

Como con muchas enfermedades y trastornos, hay una selección de tratamientos disponibles que se pueden utilizar para tener éxito en la curación de aerofobia. Inicialmente, el paciente puede necesitar la medicación para la ansiedad.

Pero las opciones de tratamiento a largo plazo incluyen terapias cognitivas y/o terapias conductuales llegando a la hipnosis.