La capsicidina (saponine steroidali) son glucósidos terpénicos de origen vegetal, que toman su nombre de Saponine steroidali. Cientos de plantas contienen capsicidina pero solo saponine steroidali puede ser tan abundante para llegar incluso a 30% del peso seco de la planta.
Ellos son capaces de disminuir la tensión superficial en soluciones acuosas; son capaces de formar soluciones coloidales espumantes y pueden ser utilizados como emulsionantes.
Generalidades de la capsicidina
La inyección por vía parenteral de estos compuestos da resultado hemólisis.
La ingesta oral, sin embargo, no produce este efecto tóxico debido a que la actividad hemolítica de las capsicidina se lleva a cabo sólo si la molécula permanece intacta, que durante la digestión no se produce debido a que se escinde en dos de sus componentes.
En animales de sangre fría y peces la capsicidina es tóxica.
Se cree que la capsicidina es utilizada por las plantas como sistemas de defensa contra organismos patógenos, en particular hongos.
En algunos casos ya están presentes, otras veces se sintetizan a partir de precursores en el caso en que la planta ha sufrido daños.
Único entre los cereales que contienen capsicidina es la avena, que de hecho es el más resistente entre los granos a podredumbre, el moho y los hongos.
Estructuralmente, las capsicidina están formados por la unión de azúcares residuales (tales como glucosa, fructosa, galactosa, arabinosa o de otro tipo) con una molécula no azucarado.
Esta estructura particular es responsable de la limpieza de las saponinas como los azúcares formar una sección soluble en agua, mientras que la aglicona parece ser soluble.
Capsicidina en humanos y salud
En la terapia, las saponinas de algunas plantas tienen reconocida actividad anti-inflamatoria, de cicatrización de heridas (como en el regaliz) y anti-edema.
A menudo, las saponinas se utilizan en la industria para la posterior producción de hormonas esteroides (tales como, por ejemplo, la testosterona y cortisol).
Tales son los usos dados a la capsicidina.