Contractura muscular

contractura

Una contractura muscular se produce porque los músculos se contraen de forma involuntaria y persisten asi. Suele ser dolorosa pero no reviste gravedad, y obedece a causas tan diversas como temperaturas extremas, la acción de ciertos fármacos o la acumulación local de ácido láctico.

Las contracturas más frecuentes, se presentan cuando se fuerzan determinados músculos, o grupos musculares, que no están entrenados para ello.

Existen dos tipos de contracturas musculares: aquellas que aparecen cuando se está realizando un ejercicio, y las que se presentan con posterioridad al esfuerzo.

Las del primer tipo se deben a la acumulación de productos metabólicos en el interior del tejido muscular. Cuando un músculo empieza a trabajar requiere energía. Por medio del flujo sanguíneo se oxigenan y alimentan los músculos, y se eliminan las sustancias tóxicas resultantes. Cuando se realiza un movimiento intenso e inesperado ocurre que, por un lado, los vasos sanguíneos no están desarrollados o dilatados lo suficiente como para poder nutrir el músculo que trabaja y, por otro, son insuficientes para limpiar los desechos tóxicos que producen; cuando se liberan estos elementos tóxicos provocan, al propio tiempo, dolor y contracturas en el músculo afectado.

Otra forma también frecuente de contractura es la del segundo tipo, que aparece después del ejercicio físico, por lo general provocada porque alguna de las fibras musculares ha sido distendida o sometida a un trabajo excesivo.

Causas de las contracturas musculares

Por lo general la gente solo piensa en el esfuerzo físico, y se olvida de otros dos tipos también muy importantes. El esfuerzo psicológico (estrés) y el esfuerzo emocional (rupturas de pareja, muerte de un ser querido).

Consecuencias de las contracturas musculares

Una distensión excesiva, o un traumatismo directo, pueden provocar lesiones en los tejidos musculares o en las articulaciones. El tejido lesionado se repara en pocos días o, en los casos más graves, en dos o tres semanas. Sin embargo en algunos casos se desarrollan adherencias entre tejidos, que en condiciones normales se deslizan con facilidad el uno sobre el otro, y el dolor y la rigidez muscular se prolongan durante más tiempo.

Tratamiento de las contracturas musculares

Para prevenir las contracturas es aconsejable practicar ejercicios desde la juventud y mantenerlos, de forma más moderada, durante la madurez. También es recomendable realizar un calentamiento previo a cualquier actividad deportiva, y un enfriamiento posterior a ella, El reposo, ya sea absoluto o evitando los movimientos de los músculos afectados, pueden ser suficiente para solucionar una contractura muscular.

Medicamentos especificos

  • El proceso inflamatorio subyacente a toda contracción puede ser tratado con antiinflamatorios y analgesicos, son la primero opcion el ibuprofeno y el paracetamol, pasando a mas potentes como Orudis o Dioxadol.
  • Para el dolor recurrente ocasionado por contracturas en si se agregara (quitando primero los anteriores) Tizafen.
  • Para contacturas de origen psicologico: Diazepam 10 mg.