La pasta de dientes, crema dental o dentífrico es un gel que se utiliza en un cepillo de dientes como un accesorio para limpiar y mantener la estética y la salud de los dientes.
Es importante señalar que la mayoría de la limpieza es por la utilización mecánica del cepillo de dientes, y no por la pasta de dientes.
De donde provienen las cremas dentales
La primera referencia conocida a la pasta dental se encuentra en un manuscrito de Egipto. Sin embargo, las cremas dentales no fueron de uso general hasta el siglo IX. En el siglo IX, el músico y diseñador de moda persa Ziryab es conocido por haber inventado un tipo de pasta de dientes, que se popularizó en toda la España islámica
Una versión casera de pasta de dientes se puede hacer mediante la mezcla de 3 partes de bicarbonato de sodio y 1 parte de sal. Ha esto si se quiere se le agrega 3 cucharaditas de glicerina para hacerla “gomosa”.
Cremas dentales modernas
El flúor es el ingrediente activo más popular de pasta de dientes para prevenir las caries. El fluoruro de sodio es la forma más común, algunas marcas utilizan monofosfato de sodio.
Otros ingredientes son menos usados, como los nanocristales de hidroxiapatita de calcio y fosfato para la remineralización, y el cloruro de estroncio o nitrato de potasio para reducir la sensibilidad.
Además del flúor, el otro componente fundamental en la mayoría de los dentífricos es el abrasivo. Los estudios han demostrado que los abrasivos en pasta de dientes reducen el tiempo necesario para eliminar la placa de los dientes en aproximadamente un 50%, aunque también pueden causar una pequeña cantidad de erosión del esmalte que se denomina «pulido» de acción.
Los ingredientes como bicarbonato de sodio, enzimas, vitaminas, hierbas y hasta peróxido de hidrógeno se combinan a menudo y son comercializados como productos caros y beneficiosos cuando no sirven para nada en la pasta de dientes.
Criticas por toxicidad
La pasta de dientes no está destinada a ser ingerida, y si lo hace puede causar náuseas o diarreas; pasta dental con fluoruro pueden ser tóxicos si se ingieren en muy grandes cantidades.
Se aconseja supervisión de un adulto hasta los 6 años por el riesgo de fluorosis.