La ingesta de sustancias cáusticas ocasiona lesiones de variable gravedad en la cavidad oral y en el tracto digestivo superior. En general, la ingesta suele producirse de forma involuntaria o accidental, sobre todo en niños. Pero también existe un tipo de ingesta voluntaria con fines suicidas.
La gravedad de las lesiones depende de:
- Naturaleza y composición química del producto.
- Concentración y viscosidad
- Cantidad ingerida.
Síntomas
La sintomatología más comúnmente observada es:
- Dolor de la región orofaríngea
- Dolor de pecho
- Dolor de estomago
Otros síntomas acompañantes pueden ser:
- Odinofagia
- Dificultad para tragar
- Salivación excesiva
En casos muy graves pueden aparecer:
- Dificultad para respirar
- Confusión mental
- Shock y muerte precoz.
Diagnostico
La endoscopia urgente, que se efectuará con el máximo cuidado posible, evitando maniobras intempestivas, procurando que la exploración sea rápida e introduciendo el endoscopio siempre bajo control visual es el método preferido para evaluar la gravedad de las lesiones. Antes de realizar dicha endoscopia debe descartarse la existencia de alguna contraindicación (perforación, etc).
Las lesiones cáusticas de fase aguda se clasifican endoscópicamente en 3 grados:
Grado I: hiperemia y edema de las mucosas.
Grado II: erosiones superficiales, exudado fino en las mucosas, con zonas de descamación superficial de las mismas.
Grado III: mucosas muy ulceradas y hemorrágicas, con importante exudado, así como áreas de necrosis parietal. La luz puede verse estrechada.
Tratamiento
El tratamiento es el usual en el caso de ingestión de productos tóxivos. En el caso de productos cáusticos la dilución inicial mediante la administración de líquidos fríos (leche o agua) es lo más indicado si está preservada la deglución. La cantidad administrada debe ser moderada para evitar el vómito.
Los casos inicialmente muy graves se tratarán de acuerdo con la sintomatología predominante: intubación o traqueostomía más corticoides en los que cursan grave compromiso respiratorio alto, y medidas de soporte en los casos de shock.
Puede haber dos complicaciones relativamente inmediatas: la perforación esofágica con eventual mediastinitis, que requerirá tratamiento médico y drenaje quirúrgico, y la perforación gástrica indicativa de cirugía habitualmente radical.