Manzano

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Entre los árboles frutales, el Manzano es tal vez el más característico de la zona norte de clima templado que cualquier otro.

Todo el género Rosácea al que pertenece, se limita, en su estado silvestre, a las zonas templadas y frías del hemisferio norte, aunque ahora se cultiva en todos lados y es posible ver sus flores blancas y rosadas de este árbol en cualquier paisaje de primavera.

El Manzano rara vez es de un tamaño grande en estado salvaje. Cuando el suelo es pobre o mal drenado, los árboles están llenos de musgo, incluso la corteza es a menudo cubierta de líquenes, y las ramas retorcidas y nudosas son el hábitat principal. Este parásito crece libremente en el manzano silvestre como en las variedades cultivadas, atentando contra la vida del árbol.
Al igual que el ciruelo, el manzano además de dar una fruta deliciosa brinda una madera proverbial por su dureza.

Las hojas hacen su aparición  no antes de las flores, que en general no suelen abrir antes de mayo, momento en que se completa el crecimiento de su follaje.