Órgano tendinoso de golgi

Órgano tendinoso de golgi

El órgano tendinoso de golgi es un órgano receptor sensorial propioceptivo que se encuentra en la inserción de las fibras del músculo esquelético en los tendones de dicho tipo de músculos (no en el liso ni en el cardiaco). Su función es proporcionar el componente sensorial del Reflejo tendinoso de golgi.

El órgano de Golgi no se debe confundir con el aparato de Golgi, que es un orgánulo de la célula eucariota, o la mancha de Golgi, que es una mancha histológica de los organulos de células neuronales.

Estructura del órgano tendinoso de golgi

El cuerpo del órgano tendinoso de golgi está formado por filamentos de colágeno que están conectados en un extremo de las fibras musculares y en otros mediante fusión al el propio tendón. Cada órgano tendinoso está inervado por un solo tipo de fibra aferente Ib sensorial que se ramifica y termina en espiral alrededor de las fibras de colágeno.

El axón aferente Ib es de un gran diámetro, muy mielinizado. Cada huso neurotendinoso está encerrado en una cápsula fibrosa que contiene una serie de fascículos ampliados (fascículos intrafusales). Una o más fibras nerviosas perforan los lados de la cápsula y pierden sus envolturas medulares llegando al eje para subdividir los cilindros y al final penetrar perfectamente entre las fibras tendinosas

Función del órgano tendinoso de golgi

Cuando el músculo genera fuerza, los terminales sensoriales se comprimen. Este estiramiento deforma los terminales del axón aferente Ib, provocando la apertura de un tramo sensible de canales de cationes.

Como resultado, el axón Ib se despolariza e inicia impulsos nerviosos que se propagan a la médula espinal. La frecuencia de las señales del potencial de acción de la fuerza está siendo repetida siempre por 10 a 20 unidades motoras en el músculo. Esto es representativo de toda la fuerza muscular.

La retroalimentación sensorial Ib genera reflejos espinales y supraespinales que controlan la contracción muscular. Sinapsis aferentes Ib con interneuronas de la médula espinal se proyectan en el cerebelo del cerebro y la corteza cerebral lo que ayuda a regular la fuerza de las contracciones musculares. Esto funciona a través del rango fisiológico, y no sólo en altos requerimientos musculares.

Durante la locomoción, la fibra Ib excita en lugar de inhibir las neuronas motoras de los músculos lo que afecta el tiempo de las transiciones entre la postura y las fases de oscilación de la locomoción permitiéndonos movernos. También se involucran el tracto espinocerebeloso dorsal y ventral. en la regulación cerebelar del movimiento y ampliación de la información enviada por el órgano tendinosos de Golgi.