Tendon de Aquiles

tendon de aquiles

Tendon de Aquiles

El Tendon de Aquiles se origina en el músculo tríceps de la pantorrilla, formado por los gemelos y el sóleo, conformando así la extensión tendinosa de estos músculos.

Pasa por detrás del tobillo, siendo el tendón más grueso y fuerte del cuerpo. Puede recibir una tensión de carga de 3,9 veces el peso corporal durante la marcha y de 7,7 veces el peso corporal en la carrera.

El tendón de Aquiles también se conoce con el nombre de tendón calcáneo.

Estructura del Tendon de Aquiles

Como todos los tendones está constituido por fibras elásticas (fibras de colágeno) y láminas de recubrimiento conectivo que toman el nombre de epitenonio, peritenonio y endotenonio.

El tendon de Aquiles es de aproximadamente 15 cm de largo, comienza en el centro de la pierna, pero recibe fibras musculares sobre su cara frontal, casi en su extremo inferior.

Se contrae gradualmente hacia abajo, insertándose en la parte central de la cara posterior del talón, interponiéndose una bolsa entre el tendón y la parte superior de esta superficie.

El tendón se ensancha un poco en su extremo inferior, de modo que su parte más estrecha es de unos 4 cm por encima de su inserción.

Se cubre por la fascia y el tegumento, y se separa de los músculos profundos y vasos por un gran espacio lleno de tejido areolar y tejido adiposo.

A lo largo de su cara lateral, pero superficial a ella, existe la vena safena pequeña.

Las lesiones del Tendon de Aquiles

Las más comunes son la tendinitis y la ruptura del tendón de Aquiles.

La tendinitis del Tendon de Aquiles es un proceso inflamatorio que provoca dolor en la cara posterior del tobillo.

Esta inflamación, crónicamente, conduce a un debilitamiento del tendón, por lo que es susceptible a lesiones parciales.

Las causas más comunes son: brusco aumento en el kilometraje o los ejercicios de velocidad; volver demasiado rápido a los entrenamientos después de un período de descanso; anormalidades anatómicas del pie; falta de estiramiento y calentamiento antes de la formación.

En cuanto a la ruptura parcial o total del tendón, es más probable que ocurra en los deportes que requieren la extensión repentina.

Es fácil de reconocer: sonido de desgarro de tela, dolor agudo por debajo de la pantorrilla y depresión al tacto.

Una vez roto, hay tres técnicas principales para su reparación:
La ortopédica, donde se enyesa el tobillo, con la desventaja de requerirse un tratamiento más prolongado y de tener la tasa más alta de rupturas repetidas.
La quirúrgica, donde se cosen los dos lados del tendón. Tiene la más baja tasa de repetición, pero es sujeta a un significativo riesgo postoperatorio.
La técnica percutánea, que consiste en dos pequeñas incisiones en la parte inferior del tobillo, generalmente ambulatoria y con un menor riesgo postoperatorio que la convencional.

Dependiendo de la gravedad de la lesión, la recuperación de una lesión del Tendon de Aquiles puede tardar hasta 12-16 meses.