El terror durante el sueño, también conocido como terror nocturno, es un trastorno que provoca sentimientos de terror o pavor, y por lo general ocurre en las primeras horas de sueño durante la fase 3 o 4, en la etapa NREM, sin movimientos oculares rápidos. Sin embargo, también puede ocurrir en las siestas durante el día.
Terror durante el sueño y pesadillas
El terror durante el sueño no debe confundirse con las pesadillas, que provocan sentimientos de horror o miedo.
Las pesadillas se producen en la etapa REM, y mientras que estas son relativamente comunes en la infancia, los terrores nocturnos ocurren con menos frecuencia según la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y del Adolescente.
Características asociadas del terror durante el sueño
Los niños que tienen terrores durante el sueño se presentan con los ojos bien abiertos y una mirada de miedo y pánico. A menudo gritan.
Además, por lo general sudan, presentan respiración rápida, y tienen una frecuencia cardíaca rápida.
Hay una sensación de que el individuo está tratando de protegerse a sí mismo.
A pesar de que parece que los niños están despiertos, aparecerán confundidos, inconsolables y puede que no respondan a los intentos de comunicación.
Los episodios pueden ocurrir en intervalos de días o semanas, pero también en noches consecutivas o múltiples veces en una noche.
Adultos
La persona esta predispuesta a padecer este trastorno si no tiene una dieta adecuada, si no obtiene la cantidad o calidad apropiada de sueño, o si está soportando situaciones de estrés en su vida.
Algunas víctimas tienen muchas de las características de las personas deprimidas, como la inhibición de la agresión, la ira auto-dirigida, la pasividad, la ansiedad.
Niños
Se produce normalmente en niños entre las edades de tres a doce años, con un pico de aparición en niños de tres y medio años de edad.
Los niños y las niñas de todos los orígenes se ven afectados por igual. El trastorno suele desaparecer en la adolescencia.
En los niños menores de tres años y medio, la frecuencia máxima de los terrores nocturnos es por lo menos un episodio por semana. Entre los niños mayores, la frecuencia máxima de los terrores nocturnos es uno o dos episodios por mes.
Los niños pueden ser ayudados por una evaluación pediátrica. Durante esta evaluación, el pediatra también puede ser capaz de excluir a otros posibles trastornos que pueden provocar terrores nocturnos.
Tratamiento
La creación de un horario de acostarse puede aumentar las posibilidades de un sueño reparador.
Si los terrores durante el sueño son más crónicos, algunas evidencias sugieren que el paciente se debe despertar de su sueño justo antes de la época en que los terrores suelen producirse para interrumpir el ciclo del sueño.
En algunos casos, un niño que tiene terrores nocturnos requerirá mayor comodidad y tranquilidad durante el día y antes de acostarse.
La psicoterapia o asesoramiento puede ser útil en muchos casos. La medicación se recomienda rara vez para tratar el trastorno de terror durante el sueño.