El fumador pasivo siempre se ve afectado, pero… ¿qué pasa con los bebes y niños? Una persona grande puede aceptar si quiere o no recibir el humo de tabaco e incluso sabe los daños que este puede ocasionarle. En el caso de un bebé o niño son los propios padres los que deben protegerlos, ya que ellos no tienen consciencia de su mal y no tienen el poder de elección.
Fumar cerca de bebés o niños hace que puedan desarrollar afecciones respiratorias durante la infancia. Este es un tema que preocupa mucho a los médicos, ya que existen restricciones en muchos lugares públicos, pero… ¿qué pasa cuando se llega a la casa? Que los bebés y niños sean fumadores pasivos trae granes efectos a largo plazo.
Se realizó un estudio en la Universidad de Medicina de Minnesota (Estados Unidos), en los cuales analizaron la orina de niños que vivían en hogares en que alguno o ambos padres fumaban. El resultado fue que un 90% de esos niños que son fumadores pasivos tenían en la orina niveles altos de agentes tóxicos que venían, nada más y nada menos que del tabaco. Estas sustancias toxicas que se detectaron si se acumulan pueden llegar a provocar en el niño: afecciones respiratorias, problemas en el oído, alergias, infecciones, asma, neumonía, bronquitis, además de poder padecer un cáncer de pulmón cuando se llega a la adultez.
Ser fumador pasivo es aún peor que ser fumador, y esta información es muchas veces desconocida por los padres y adultos que los rodean. El hecho es que lo que se expulsa está compuesto por humo residual del cigarrillo (en el caso del fumador el humo que inhala es filtrado antes de llegar a los pulmones). Además de todo esto, las sustancias que contiene el tabaco como alquitrán y monóxido de carbono penetran mas fácilmente en lo que son las vías respiratorias de los bebes y niños, y esto es debido a que están en pleno desarrollo aún.
Los bebes y niños fumadores pasivos tienen un grado de vulnerabilidad mayor para desarrollar tabaquismo, el cual comienza en la infancia (o antes) inhalando el humo de los cigarrillos ajenos. Depende enteramente de los adultos que sus hijos estén a salvo del humo de tabaco, y no desarrollen enfermedades a lo largo de su vida por esta causa.
El cigarro no hace bien tampoco a los adultos, y existen muchas razones para dejar de fumar (además de los hijos) . La salud se beneficia en un 100% cuando se decide dejar el humo de tabaco, los efectos en el cuerpo se ven casi inmediatamente. Si estas pensando en dejar de fumar no dudes en buscar ayuda en grupos, ayuda medica o terapia.