Investigadores de las Universidades de Oxford, Warwick y Bristol y el University College (Londres) realizaron cuestionarios a varias familias entre los años 2003 y 2004, las cuales estaban compuestas por niños menores de 12 años. Unos 6 años más tarde se volvieron a contactar con estas familias con el fin de realizar una evaluación de su salud mental.
En caso de que estos niños tuvieran hermanos/as se les preguntó si se sentían intimidados por ellos, en concreto preguntando si eran ignorados por su hermano/a, si sentían que intentaba hacerlo/a enfadar diciéndole cosas que son hirientes o poco agradables, si eran golpeados, si recibían empujones o si su hermano/a decía mentiras sobre sus acciones o inventaba sucesos.
Este es el primer estudio en examinar si la intimidación por parte de hermanos/as en el periodo de la infancia es generadora de los mismos problemas psiquiátricos que se dan en la edad adulta temprana.
De acuerdo con investigaciones anteriores se ha conocido que los niños/as que son víctimas del bullying escolar entre sus iguales pueden llegar a ser mucho más propensos a sufrir ansiedad, depresión y provocarse autolesiones.
Resultados de los cuestionarios:
Los resultados dieron a conocer que la mayor parte de los niños, siendo estos unos 7.000 dijeron que no habían tenido experiencias de intimidación. De éstos 7.000 se pudo ver que a los 18 años de edad un 9,3% experimentaban ansiedad, un 6,4% sufrían de síntomas de depresión, y un 7,6% se había autolesionado en el anterior año.
También se pudo ver en este estudio que 786 niños dijeron que sí habían sido intimidados por un hermano/a y que esto fue varias veces por semana. De esto se pudo ver que estos niños eran dos veces más propensos a sufrir ansiedad, depresión o autolesionarse.
En porcentajes: las autolesiones se manifestaron en un 14%, la ansiedad se dio en un 16% y la depresión se manifestó en un 12,3%.
Se pudo conocer que las niñas fueron más propensas a recibir bullying entre hermanos/as que en el caso de los niños, y esto se daba más que nada en familias numerosas, en donde habían 3 hijos o más.
De acuerdo con un promedio se supo que la edad promedio en la que comenzaba la intimidación fue a los 8 años aproximadamente.
Según Lucy Bowes, quien es la autora principal de este estudio, y que corresponde al departamento de política social e intervención en la “Universidad de Oxford”, mencionó que no se puede decir que el bullying fue el causante de la depresión, pero que si existen resultados importantes a tomar en cuenta y expresa que: «Tenemos que cambiar nuestro enfoque sobre esto. Si esta situación se produjera en un entorno escolar, habría repercusiones».»Se puede estar causando daño a largo plazo. Tenemos que investigar más, pero también necesitamos padres que escuchen a sus hijos».
Agregando a esto también que: «No estamos hablando de la clase de bromas que a menudo se da en las familias, sino incidentes que ocurren varias veces por semana, en los que las víctimas son ignoradas por sus hermanos o hermanas, o son objeto de violencia verbal o física».
Es importante tomar al bullying con la importancia que se merece, ya que un niño/a puede llegar a tener un efecto tan importante que dure a lo largo de toda su vida por este hostigamiento. Por este motivo es de suma importancia la comunicación entre padres e hijos, para ver cómo actuar ante el tema y además tener conocimiento lo antes posible de su existencia. Esto se aplica tanto en la escuela como en el hogar, ya que es una realidad que muchas veces esta dentro de nuestro mismo hogar y puede afectar al niño/a.