En algunas oportunidades, cuando se recomienda a algunas personas a acudir al Psicólogo surgen ciertos «argumentos» para no asistir a dicha terapia, como lo son: «yo no necesito una terapia», «los psicólogos están más locos que yo», «lo que hablo con un Psicólogo, lo hablo con un amigo y es gratis». Todos estos argumentos son solo algunos de los que surgen a raíz de esta proposición.
La especialista Daniela Tempesta trata esta temática en su blog: «buscar la ayuda de un profesional de la salud mental, sigue siendo un tema bastante estigmatizado».
Esta psicoterapeuta sostiene lo siguiente:«Seamos realistas: las personas prefieren hablar sobre las visitas a su ginecólogo, su guía espiritual o incluso su ex, antes de reconocer que ven a un psiquiatra». A esto agrega que aunque tiene clientes que sienten orgullo de ir a terapia tambien tiene otros que se van de su consulta sintiéndose avergonzados.
Según esta psicoterapeuta el problema radica en que las personas suelen ver a la terapia como un «ultimo recurso», algo que pareciera reservarse solamente para los momentos en que estamos con mayor oscuros.
A esto agrega cinco razones por las que todo el mundo debería asistir a una terapia:
- Una terapia no es sólo para «locos»: Según esta especialista el creer algo asi sería como el decir «el ejercicio y las dietas saludables son sólo para las personas que tienen sobrepeso». Esto, sin embargo demuestra que por lo general quienes van a los gimnasios son personas que se ven saludables. «Esto se debe a que si queremos estar en buena forma física, debemos cuidarnos de manera permanente (…) Nuestro bienestar emocional no es diferente (…) Si queremos estar saludables, debemos poner el mayor esfuerzo en la relación con nosotros mismos, tal como lo hacemos en la relación con nuestro cuerpo físico», sostiene.
- Los amigos y familiares no son tan útiles como siempre se piensa: Según esta psicoterapeuta, tanto amigos como familia son una buena herramienta, brindan sostén y protección, pero no siempre son suficientes. Para esto plantea tres razones: la primer razón es que no son expertos en salud mental, comunicación o relaciones. La segunda razón es que no son objetivos. Y la tercera, y ultima pueden llegar a sentirse abrumados por asuntos que están fuera del alcance de su capacidad.
- El poder salir de la zona de comodidad es bueno: parece ser que no es una idea muy agradable el pensar en revelar a un extraño los pensamientos más profundos, deseos, temores, secretos, por lo general es una idea que no suele gustar mucho, pero según esta psicoterapeuta algunos estudios han logrado demostrar que eso es efectivamente lo que hace que las personas se logren conectar con su vida. «De esta manera, si ir a terapia te parece incómodo o riesgoso, es una señal de que es algo que probablemente podría servirte», señala.
- La comunicación es difícil, realmente difícil: la terapia ayuda y da una mejora a la capacidad de comunicación con personas importantes en nuestras vidas, tanto amigos como familia, novio/a, hijo/a, empleados, jefe, entre otros. «Les enseño a mis clientes a expresarse de una manera que honre su propia voz y deseos, pero que no ataque o dañe a otros», explica.
- Has intentado otras estrategias y sientes que no avanzas: en algunos casos se a recurrido a libros de auto-ayuda, asistido a coaching, comenzado a practicar yoga, pilates, pero te encuentras exactamente igual a donde empezaste. Es por este motivo que probablemente ya sea hora de que pruebes con algo distinto, lo cual te permita expresar tus sentimientos, lograr un entendimiento de tus patrones de conducta y pensamiento, mirar las cosas desde otra perspectiva. «La terapia ayuda a las personas a eliminar los obstáculos que le han impedido el logro de sus metas en el pasado», apunta Tempesta.