Efectos secundarios de la aspirina

Aspirina (ácido acetilsalicílico) es un fármaco correspondiente a la familia de los salicilatos. Su uso se aplica a: antiinflamatorio, analgésico (para aliviar el dolor leve), antiagregante plaquetario (se indica a personas que corren riesgo de formación de trombos a nivel sanguíneo, principalmente personas que ya han presentado un infarto agudo de miocardio), por último es antipirético (se utiliza para la reducción de la fiebre).

Básicamente, los efectos secundarios de la aspirina son de carácter gastrointestinal, ejemplos son: ulceras pepticas gástricas y sangrado estomacal. En el caso de niños y adolescentes menores de 14 años, la aspirina puede generar riesgos, ya que aumenta la posibilidad de contraer el síndrome de Reye, el cual es una enfermedad de carácter grave que se caracteriza por vómitos, hepatomegalia, síndrome confusional, somnolencia, e incluso llegando al coma.
Efectos secundarios de la aspirina
Todos los organismos son diferentes, es por esto que los efectos secundarios de una medicina pueden darse de manera distinta en distintos organismos. La aspirina puede generar algunos efectos secundarios, en caso presentar alguno de los siguientes síntomas debe acudir al doctor:

  • Acidez estomacal
  • Dolor estomacal
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Zumbido de oídos

Aspirina

La aspirina también presenta otros efectos secundarios que son poco comunes, pero que si aparecen debe acudir al doctor de manera inmediata:

  • Retorcijones abdominales
  • Vómitos con sangre
  • Materia fecal oscura o con sangre
  • Sangre en la orina
  • Fiebre
  • Reacción alérgica, sarpullido en la piel
  • Inflamación de alguna parte del rostro: lengua, ojos, labios
  • Dificultades para respirar
  • Ronquera
  • Aumento del ritmo cardíaco
  • Perdida de audición

Contraindicaciones
La aspirina está contraindicada en pacientes que presentan hemofilia (enfermedad genética que impide una buena coagulación sanguínea). Otra contraindicación es hacia las personas que sufren alergia al ibuprofeno o naproxeno.

Como la aspirina ejerce acción sobre la mucosa estomacal, los pacientes que tengan alguna enfermedad renal, diabetes o gastritis deben realizar una consulta con un profesional antes de comenzar un tratamiento con aspirina.

También la aspirina puede causar anemia hemolítica en personas con deficiencia de G6PD (glucosa-6-fosfato deshidrogenasa), siempre dependiendo del grado de la enfermedad y de la dosis.