Escherichia coli

Escherichia coli

Escherichia coli es una bacteria gramnegativa, anaerobia facultativa y no formadora de esporas que se encuentra comúnmente en el intestino grueso de los animales de sangre caliente (endotérmicos).

La mayoría de las cepas de Escherichia coli son inofensivas, pero algunos serotipos pueden causar graves intoxicaciones alimentaria en humanos, y a veces son responsables de la retirada de productos debido a la contaminación de los alimentos. Las cepas inofensivas son parte de la flora normal del intestino, y pueden beneficiar a sus huéspedes mediante la producción de la vitamina K2 y también por impedir el establecimiento de bacterias patógenas en el intestino.

La Escherichia coli y otras bacterias relacionadas constituyen aproximadamente el 0,1% de la flora intestinal. Las células son capaces de sobrevivir fuera del cuerpo por un periodo limitado de tiempo, que los convierte en los organismos indicadores ideales para poner a prueba las muestras ambientales de contaminación fecal.

La bacteria también puede cultivarse fácilmente a bajo costo en un laboratorio.
Las células miden alrededor de 2,0 micras de largo y 0,5 de diámetro. El crecimiento óptimo de la escherichia coli se produce a 37 ° C pero algunas cepas de laboratorio pueden multiplicarse a temperaturas de hasta 49 ° C.

Diversidad de Escherichia coli

La Escherichia coli abarca una enorme población de bacterias que exhiben un grado muy alto de diversidad tanto genética como fenotípica. La secuenciación del genoma de un gran número de cepas de Escherichia coli y bacterias relacionadas muestra que una reclasificación taxonómica sería deseable. Sin embargo, esto no ha sido hecho, en gran parte debido a su importancia médica. La Escherichia coli sigue siendo una de las especies bacterianas más diversas. Sólo el 20% del genoma es común a todas las cepas.

Enfermedad y Escherichia coli

Las cepas virulentas de Escherichia coli pueden causar gastroenteritis, infecciones urinarias y meningitis neonatal. En casos más raros, las cepas virulentas son también responsables del síndrome hemolítico urémico, la septicemia, peritonitis, mastitis, y neumonía. Pero son las 3 primeras condiciones las de más relevancia en salud.

Infecciones gastrointestinales por Escherichia coli

Ciertas cepas de Escherichia coli producen toxinas potencialmente letales. La intoxicación alimentaria causada por la Escherichia coli puede ser consecuencia de comer verduras sin lavar o carne poco cocida.
La transmisión de patógenos de Escherichia coli a menudo se produce a través de transmisión fecal-oral por falta de higiene en la preparación de alimentos, la contaminación agrícola o el consumo de aguas residuales contaminadas.

Infección urinaria y Escherichia coli

E. coli Uropatógena (UPEC) es responsable de aproximadamente el 90% de las infecciones del tracto urinario (ITU) que se observan en los individuos con la anatomía normal. [11] En las infecciones ascendentes, las bacterias fecales colonizan la uretra y luego vana adiseminarse por el tracto urinario a la vejiga, así como a los riñones (pielonefritis).

Meningitis neonatal y Escherichia coli

Es producida por un serotipo de Escherichia coli que contiene un antígeno capsular llamado K1. La colonización del intestino del recién nacido con esta cepa, que está presente en la vagina de la madre, da lugar a bacteriemia, lo que conduce a la meningitis por Escherichia coli.