Es normal que nos dé en algún momento del día un ataque de hambre, en el cual siéntanos que no podemos frenar y nos den ganas de comer todo lo que se nos cruza, sin discriminar alimentos saludables de los que no son saludables para nuestra salud.
Lo que es recomendable hacer es prepararse para ese momento en el que nos da el ataque de hambre, eligiendo alimentos que sean bajos en calorías, pero que contengan una buena cantidad de nutrientes, como es el caso de las frutas y verduras. También se suman a esta lista: las nueces, un yogur bajo en grasa, un poco de queso o barras de cereales.
Lo cierto es que existen algunas razones por las cuales comemos sin tener apetito, las cuales son:
- Estar ansiosos: para lo cual se puede aplicar alguna técnica de relajación o consultar con el médico, psicólogo sobre este tema y pedir ayuda al respecto (claro, si se da de forma continua).
- Estar aburridos: para esto se puede intentar una nueva actividad o por el contrario hacer alguna cosa que esté pendiente, o que nos guste hacer y nos entretenga.
- Comer como un hábito: para esto se puede tratar de hacer algún ejercicio, leer un libro, descargarnos escribiendo en un diario, entre muchas otras opciones.
Es bueno que cuando te de un ataque de hambre te cuestiones si: ¿tenes hambre realmente o no?, porque queres comer si comiste hace poco rato?, si estas cansado o no, si estas aburrido, ansioso por alguna razón, entre otras cosas que pueden hacer que quieras comer, y siempre tener a mano algún alimento que sirva para estos momentos, más que nada los que mencionamos anteriormente que ayudarán a que te sientas saciado sin tener que comer snacks, pan, u otras cosas que no te beneficien.