La halitosis (mal aliento) es un término usado para describir notablemente los malos olores exhalados en la respiración. La halitosis es la tercera causa más frecuente para la búsqueda de ayuda dental, después de la caries dental y la enfermedad periodontal.
Causas de la halitosis (mal aliento)
La localización más frecuente de la boca relacionada con la halitosis es la lengua. En la lengua, las bacterias producen compuestos malolientes y ácidos grasos.
Las bacterias que ocurren a menudo se encuentran en el dorso posterior de la lengua, donde son relativamente poco perturbadas por la actividad normal.
Esta parte de la lengua es relativamente seca y se limpia mal, y las poblaciones de bacterias pueden crecer sobre los restos de los depósitos de alimentos, células epiteliales muertas, y goteo nasal.
La estructura microbiana del dorso de la lengua proporciona un hábitat ideal para las bacterias anaerobias, que florecen bajo un revestimiento continuo.
La razón más conocida para limpiar la lengua es para el control del mal aliento.
Los métodos utilizados contra el mal aliento, como las pastillas de menta, los aerosoles, el enjuague bucal o goma de mascar, enmascaran temporalmente los olores creados por las bacterias en la lengua, pero no pueden curar el mal aliento.
Con el fin de evitar las bacterias en la lengua se debe utilizar un limpiador de lengua (raspador de lengua), o un cepillo de dientes.
Otras partes de la boca pueden también contribuir al mal aliento, pero no son tan comunes como la parte de atrás de la lengua.
Estos lugares son, en orden descendente de prevalencia: nichos interdentales y sub gingival, la retención de alimentos en las áreas entre los dientes, abscesos, y dentaduras sucias.
Las enfermedades sistémicas y la halitosis
Hay algunas condiciones sistémicas médicas que pueden causar mal aliento fétido, pero estos son muy poco frecuentes en la población general. Estas condiciones son las siguientes:
- Hedor hepático: un ejemplo de un tipo raro de mal aliento causado por insuficiencia hepática crónica.
- Infecciones de las vías respiratorias (infecciones de bronquios y pulmón).
- Infecciones renales e insuficiencia renal.
- Carcinoma.
- Trimetilaminuria («síndrome de olor de pescado»).
- La diabetes mellitus.
- Disfunción metabólica.
Tratamientos para combatir la halitosis (mal aliento)
La halitosis crónica no es bien entendida por la mayoría de los médicos y dentistas, así que el tratamiento eficaz no siempre es fácil de encontrar. Por ello las siguientes estrategias son recomendadas:
Limpiar suavemente la superficie de la lengua dos veces al día es la forma más eficaz para mantener controlado el mal aliento y ello se puede lograr utilizando un cepillo de dientes, o un limpiador de lengua o un pincel o una espátula para limpiar la biopelícula bacteriana, los escombros, y el moco.Una cucharadita invertida también puede hacer el trabajo.
Comer un desayuno saludable con alimentos ásperos ayuda a limpiar la parte posterior de la lengua.
La boca seca puede aumentar la acumulación de bacterias y causar o empeorar el mal aliento, por ello masticar chicle sin azúcar puede ayudar con la producción de saliva, y contribuir así a reducir el mal aliento.
Hacer gárgaras antes de acostarse con un enjuague bucal eficaz. Existen varios tipos de enjuagues bucales comerciales que han demostrado que pueden reducir el mal olor durante horas.
Los enjuagues bucales pueden contener ingredientes activos que son inactivados por el jabón presente en la mayoría de los dentífricos.
Por lo tanto, se recomienda que se abstenga de usar enjuague bucal después del cepillado con pasta.
Mantener una correcta higiene bucal, incluyendo la limpieza de la lengua diaria, cepillado, hilo dental y visitas periódicas a los dentistas e higienistas.
El hilo dental es muy importante en la eliminación de los desechos de comida y placa bacteriana entre los dientes, especialmente en la línea de las encías.
Las dentaduras deben limpiarse y empapar durante la noche en una solución antibacteriana para combatir la halitosis (mal aliento).