Irritabilidad

Irritabilidad

La irritabilidad es un estado de sensibilidad extrema frente a la estimulación de cualquier tipo. Muy a menudo, estas personas se sienten estresadas, impacientes o se enojan fácilmente.

Causas de la irritabilidad

La irritabilidad es un tipo de señal frente a una situación desagradable o potencialmente amenazante que no se puede evitar o resolver de una manera apropiada.

La irritabilidad moderada es una experiencia común de los niños cansados o adultos con exceso de trabajo.

Cualquier tipo de falta de sueño puede causar un estado de ánimo irritable. Cualquier tipo de alcohol o adicción a las drogas y la abstinencia puede causar irritabilidad.

Pero esta condición es bastante inespecífica y también puede ser causada por trastornos somáticos (hipertiroidismo, trastornos de dolor, tinnitus, otros trastornos crónicos o condiciones médicas graves).

Las causas psicológicas de irritabilidad pueden incluir las formas leves de problemas de ajuste o estrés, así como más graves de problemas psiquiátricos o trastornos.

Así que un médico o terapeuta tratará de obtener información adicional acerca de las situaciones típicas de la irritabilidad, el inicio y la duración de los síntomas.

Consejos para la irritabilidad

Descansar adecuadamente

Dormir menos de lo que se necesita es siempre una de las principales razones por las que una persona se encuentra de mal humor todo el día.

Siempre obtenga la cantidad adecuada de descanso y asegúrese de que es descanso de calidad.

Hacer del dormitorio un lugar agradable para dormir, manteniéndolo fresco, tranquilo y cómodo, sin televisión ni ordenadores en el mismo.

Ejercitarse

A pesar de que esto no le ayudará al momento que ocurre la irritabilidad, es una buena manera de evitar cambios de humor.

El ejercicio aeróbico es especialmente una buena manera de conseguir el bombeo de sangre y funcionamiento del cerebro, y estimula la producción de endorfinas, antidepresivos naturales que elevan el estado de ánimo de una persona.

Seguir una dieta adecuada

Una dieta adecuada no significa que una persona deba reducir drásticamente las calorías o elimine completamente los alimentos con grasa. Una dieta bien equilibrada es aquella que aporta energía y nutrición.

Relajarse

Todas las personas deben tener un descanso. Además de hacer ejercicio, es esencial encontrar un poco de tiempo para uno mismo.

Durante al menos quince minutos, todos los días, es saludable leer un buen libro, escuchar buena música o relajarse a través de la meditación.

Darse cuenta de la debilidad

Mantenerse alejado de las cosas que provocan irritabilidad, y evitar consumir productos como alcohol, la cafeína o la nicotina.

Estos mantienen despierta a la persona e impiden que digiera correctamente los alimentos, haciéndola más propensa a la irritabilidad.