Un estudio que se realizó en Irlanda demostró que en mamás adolescentes el riesgo a tener un parto prematuro aumenta, y que en madres de mayor edad se incrementa el parto por cesárea.
La autora principal de este estudio, la Dr. Deirdre Murphy, del Trinity College de Dublín dijo lo siguiente: «Esto confirma más o menos lo que ya sabíamos de estudios previos», aclarando que las investigaciones previas a esta se realizaron años atrás, incluso llegándose a modificar los patrones de parto ya que existen cambios en la población femenina.
La Dr. Deirdre Murphy en conjunto con su equipo analizó la información de 36.916 madres primerizas que fueron atendidas en un hospital dentro de Irlanda entre los años 2000 y 2011. Se realizó una comparación de los partos de adolescentes y mujeres de más edad, con los partos de las mujeres entre los 20 y 34 años.
Porcentajes del estudio
- Un 3 % de las participantes tuvo un hijo a los 17 años aproximadamente
- Un 2% tenía 40 años o incluso un poco más.
- Un 78% de las mujeres tenía entre 20 y 34 años de edad.
- Un 6% de este último grupo tuvo a su hijo antes de que se cumplan las 37 semanas de gestación (durando un embarazo normal entre 37 y 42 semanas), en comparación con el 10% de las adolescentes.
- De este estudio se desprende el dato de que las más jóvenes son del grupo con menos cesáreas, solo un 11% contra un 54% en mujeres mayores de 40 años, y un 24% en mujeres entre 20 y 34 años.
Los bebés de las mujeres mayores de 40 años se mostraron más propensos a poder presentar malformaciones congénitas y a tener que permanecer en la unidad de terapia intensiva neonatal.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos consideran que un 32% de los partos dentro de Estados Unidos son por cesárea. Esta cirugía hace que aumente el riesgo de padecer lesiones de intestino o vejiga en las mujeres, y algunas complicaciones como problemas respiratorios en los bebés.
La Dr. Loralei Thornburg, la cual es experta en embarazos de alto riesgo en el Centro Médico de la University of Rochester (Nueva York) consideró viable la aplicación de algunas técnicas de un grupo etario a otro, pero dijo que existen diferencias entre las mujeres.