En la mayoría de los casos, los padres en la llegada de un bebe no están condicionados por el sexo que va a tener, simplemente se espera este nacimiento con deseos de que llegue sano/a, de que el embarazo no sea complicado, y ansias por esta aventura de ser padres. Aunque, en otros casos, el género que este sea, es decir si va a ser una nena o un varón es importante, debido a varios factores: familiar, cultural, o por una preferencia.
La verdad es que el sexo del bebé se suele determinar en el momento en el que se da la concepción y es de esta manera: si el espermatozoide que fecunda es X el resultado es que va a ser niña, y si es Y va a ser un niño.
Según un estudio que fue realizado por la «Universidad de Exeter y Oxford», existen posibilidades de que no sólo un espermatozoide sea el que determine el sexo del bebé, sino que también puedan influir las calorías maternas durante el embarazo.
Este estudio indica que: las mujeres que comen una mayor cantidad de calorías presentan posibilidades mayores de tener un hijo varón, y a este resultado se le agrega que se incrementa si la mamá consume un desayuno teniendo el cereal como parte de este.
Para realizar este estudio se hicieron registros de los hábitos alimenticios que tenían unas 740 mujeres, esto durante y antes de las primeras etapas del embarazo, y arrojó los datos de lo que podría llegar a ser una explicación al porqué en países desarrollados se ha visto la taza de nacimiento de varones disminuida, siendo que las mujeres consumen menos calorías en estos países.
Fiona Matthews, quien es la directora de este proyecto, la alimentación podría llegar a ser un mecanismo natural que ayude a que la mamá tenga una posibilidad de controlar con su dieta el sexo que va a tener su hijo/a.
Igualmente, queremos agregar que el jugar con la alimentación y con la ingesta de calorías excesivamente puede implicar riesgos en la madre y en el feto, incluso puede atentar contra la vida de ambos.