La piel es el gran protector. Su capa exterior, la epidermis, es muy delgada, pero es bastante resistente a las manchas y resistente al agua. Esta formada por un tejido apretado de células epidérmicas que forman asi una barrera sólida para mantener la humedad interna, y los germenes fuera.
Mas en la superficie, muertas y compactadas, celulas con queratina forman una poderosa armadura sin olvidar el pigmento, que producen los melanocitos para desviar al enemigo numero uno de la piel – el sol.
Debajo de todo esto, cubierta con el colágeno, la dermis aporta firmeza y una capa de grasa subcutánea por debajo, suavizando la textura de la piel.
En medio de todo esto, abundantes conexiones neuronales corren hacia y desde el cerebro y otros órganos. De hecho, la piel es una potente interfaz entre la mente, el cuerpo, y el mundo exterior.
La piel también es un órgano endocrino y produce vitamina D para el resto del cuerpo, y esteroides y hormona tiroidea para su propio uso.
La piel también es un puesto crítico del sistema inmune, cargada de glóbulos blancos especializados que devoran los microbios invasores y desencadenan una respuesta inmunológica en todo el cuerpo.
La piel es sensible al género también. Aunque los hombres y las mujeres tienen la piel similar, algunas diferencias de sexo dejan a las mujeres en clara desventaja. Tal vez ocurrio en un proceso evolutivo en un momento en que las mujeres “anidaban”, mientras que como “cazadores-recolectores”, los hombres se enfrentaron al aire libre; haciendo que la piel de la mujer este menos preparadas paraa los elementos, al ser más delgada menos grasa. Además, las mujeres sudan menos que los hombres y son más propensos a sufrir un golpe de calor.