Sexo del bebé: niña o niño 

¿Cuándo se puede saber cuál es el sexo de mi bebé? Existen diversos métodos para saber si estas esperando un niño o una niña, pero lo más común es saberlo a las 22 semanas, que es cuando la madre se somete a una ecografía estructural. En esta semana ya es más certero saber el sexo del bebé, porque este se encuentra más formado.

Sexo del bebé: niña o niño 

 

Igualmente desde las 8 semanas en adelante es posible saber el sexo mediante un examen sanguíneo, y desde las 10 semanas se pueden realizar exámenes genéticos que son invasivos, por lo cual tienen riesgos para tu bebé y no son recomendables.

A partir de las 13 semanas de embarazo, cuando se realiza la ecografía de translucencia nucal (de semanas 11 a 14) se puede llegar a saber el sexo del bebé, pero siempre va a depender de la habilidad del técnico para la interpretación de las imágenes, y de la posición en que se encuentre el bebé.

Tres semanas después, en la semana 16 se puede volver a hacer una ecografía, la cual puede brindar mayores posibilidades de acierto, pero siempre va a depender de la experiencia del técnico y la posición del bebé, por lo cual es conveniente esperar.

Con la ecografía (ultrasonido) es la forma en la que menos invasión hay en tu cuerpo y menos riesgos sufre el bebé, es el método más común para saber cuál es su sexo. Hay que tener en cuenta que siempre se cuenta con desventajas, ya que el saber el sexo depende de la posición en la que se encuentra el bebé, de la experiencia del ginecólogo/a y la calidad de su equipo, lo cual puede a veces dificultar o ser difícil ver con claridad si se trata de un niño o niña.

Es desde el segundo trimestre, es decir ya desde el cuarto mes de embarazo, que pueden ser percibidos de mejor manera las diferencias que tienen los órganos genitales femeninos de los masculinos, y como mencionamos anteriormente, desde la semana 20 a la 24 de embarazo (lo recomendable es a las 22 semanas) es posible que tu ginecólogo/a te pida una ecografía detallada que es la llamada ecografía estructural o ultrasonido morfológico, teniendo mayores posibilidades de conocer su sexo.

Además de la ecografía existen muchas creencias sobre la forma de la barriga de la embarazada, aunque lo cierto es que es difícil saber lo que dice verdaderamente la panza de una embarazada. Otra creencia es que las calorías pueden llegar a influir en sexo de tu bebé, pero lo cierto es que en caso de que no se logre ver el sexo (ya sea por la posición del bebé, por la experiencia del ginecólogo/a, o por cualquier motivo) puedes pedir que te realicen una nuevamente, ya sea en tu centro médico o por privado para conocer al fin el sexo de tu bebé de una forma mas certera.

Por todos estos motivos es que muchas veces es necesario que se tenga paciencia para anunciar al mundo si lo que esperas es una nena o un varón, incluso para pintar su habitación, comprarle sus accesorios, su ropa, cuna, coche, y para la elección de su nombre, aunque en este caso puedes elegir los nombres para ambos sexos.