Síndrome aerotóxico

síndrome aerotóxico

Salud: síndrome aerotóxico

El síndrome aerotóxico es un término que describe los efectos malos en la salud a corto y largo plazo que se atribuyen a la exposición al aire de la cabina de aviones, la cual ha sido contaminada con aceites de motor atomizado y otros productos químicos.
Con la excepción de los nuevos Boeing 787, el aire en un avión es normalmente suministrado por los motores de la aeronave. Varios grupos de defensa han afirmado que algunos tripulantes y pasajeros se han enfermado debido a las toxinas del aceite de motor que puede entrar en el suministro de aire.

A partir de 2009 este síndrome está oficialmente reconocido en medicina aeronáutica.

Las fuentes del síndrome aerotóxico

Los aviones modernos tienen un sistema de control ambiental que gestiona el aire de la nave. Una parte del aire se recircula, mientras que el resto se extrae de la parte exterior, por lo general a través del motor de aire comprimido. Los contaminantes aerotransportados potencialmente pueden provenir de sustancias utilizadas en el mantenimiento y tratamiento de las aeronaves, incluidos los productos químicos de temporada de deshielo líquidos.

Un folleto de información de servicios de la sede en Reino Unido del Comité de Toxicología proporciona una lista de posibles fuentes de aire de mala calidad de la cabina. Algunos de los elementos de la lista son:

  • Fugas hidráulicas del suelo.
  • La ingestión de líquido de deshielo evaporado.Uso excesivo de CO2 (hielo seco).
  • Mezcla y fuga de diferentes líquidos desinfectantes en el inodoro.
  • Fugas del sistema repelente de la lluvia.
  • Derrames dentro de las bahías de equipaje.

Nuevas teorías sobre el síndrome aerotóxico

Recientemente, el principal foco de atención ha estado en la posibilidad de que sea el el aceite ya sea de la principal planta de energía (motor)o de la APU el que contamina el aire de la cabina a través de estos sistemas. El suministro de aire está protegide de la contaminación por los sellos, que teóricamente logran la máxima eficiencia durante el funcionamiento en estado estacionario. Sin embargo, pueden ser menos eficaces durante las transitorios aceleraciones o desaceleraciones del motor o cuando el motor todavía no ha llegado una temperatura óptima de funcionamiento.

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