Síndrome de Boerhaave

El síndrome de Boerhaave es la ruptura de la pared del esófago debido al vómito.

Un 60% de las perforaciones del esófago son iatrogénicas, por lo general debido a la instrumentación médica, como una endoscopia. En contraste, el término Síndrome de Boerhaave está reservado para el 10% de las perforaciones del esófago que se producen debido a los vómitos.
La perforación espontánea del esófago más comúnmente es el resultado de un aumento repentino en la presión intraesofágica combinada con la presión intratorácica negativa causada por el esfuerzo de vomitar.
En la mayoría de los casos de síndrome de Boerhaave, la rotura se produce en la cara postero-lateral izquierda del esófago distal y se extiende por varios centímetros. La condición se asocia con una elevada morbilidad y mortalidad, y es fatal en ausencia de tratamiento.

La naturaleza en ocasiones inespecífica de los síntomas puede contribuir a un retraso en el diagnóstico y un pronóstico desalentador. Esta condición se documentó por primera vez por el médico Herman Boerhaave en el Siglo XVIII, de quien toma su nombre. Una afección relacionada es el síndrome de Mallory-Weiss.

Signos y síntomas
La historia clásica de la ruptura de esófago son graves náuseas y vómitos seguidos de insoportable dolor en el pecho y abdomen superior.

Odinofagia, taquipnea, disnea, cianosis, fiebre, y finalmente shock se desarrollan rápidamente después de eso.

Diagnósticos Diferenciales
Los mas importantes incluyen infarto de miocardio, pancreatitis, absceso pulmonar, pericarditis, y neumotórax espontáneo.

Diagnóstico


El diagnóstico del síndrome de Boerhaave se sugiere en la radiografía simple de tórax y es confirmado por tomografía computarizada del tórax, aunque nunca se espera a realizarla como es obvio.

La radiografía simple revela aire libre peritoneal o mediastinal como la manifestación inicial. Con perforaciones del esófago cervical es mas visible el  enfisema subcutáneo.

Tratamiento
La mortalidad de no tratar el síndrome de Boerhaave es del 100%.

Su tratamiento incluye terapia con antibióticos inmediatamente para impedir la sepsis y la reparación quirúrgica de la perforación.