Tejido adiposo

El tejido adiposo o grasa corporal es un tejido conectivo laxo compuesto principalmente por los adipocitos.

Importancia del tejido adiposo

Su función principal es almacenar energía en forma de lípidos, aunque también amortigua y aísla el cuerpo.

En los últimos años el tejido adiposo ha sido reconocido como un importante órgano endocrino, ya que produce hormonas como el estrógeno leptina, resistina y la citoquina TNF.

Por otra parte, el tejido adiposo puede afectar otros sistemas de órganos del cuerpo y puede llevar a afectar la salud.

La obesidad o el sobrepeso en los seres humanos y la mayoría de los animales no dependen del peso del cuerpo, sino de la cantidad de grasa corporal, para ser específico, del tejido adiposo.

Tipos de tejido adiposo

Los dos tipos de tejido adiposo son tejido adiposo blanco y tejido adiposo marrón.

Tejido adiposo blanco:

En sujetos sanos, sin sobrepeso, el tejido adiposo blanco compone el 20% del peso corporal en los hombres y el 25% del peso corporal en las mujeres.

El tejido adiposo blanco se utiliza como almacén de energía y actúa como un aislante térmico, ayudando a mantener la temperatura corporal.

La hormona leptina está fabricada principalmente en los adipocitos del tejido adiposo blanco.

Tejido adiposo marrón:

Se ubica principalmente alrededor del cuello y en los grandes vasos sanguíneos del tórax. Se encuentra en los bebes. Este tejido especializado es importante para generar calor.

Características del tejido adiposo

En los seres humanos, el tejido adiposo se encuentra debajo de la piel (grasa subcutánea), alrededor de los órganos internos (grasa visceral), en la médula ósea (médula ósea amarilla) y en el tejido mamario.

El tejido adiposo se encuentra en lugares específicos, que se denominan depósitos adiposos.

El tejido adiposo contiene muchos vasos sanguíneos pequeños.

En el sistema tegumentario, que incluye la piel, se acumula en el nivel más profundo, la capa subcutánea, proporcionando un aislamiento del calor y de frío.

Alrededor de órganos, proporciona un acolchado protector.

Sin embargo, el ser una reserva de lípidos, que puede ser quemada para satisfacer las necesidades de energía del cuerpo y para protegernos del exceso de glucosa constituye la función principal del tejido adiposo.