¿Cuál es el truco para que los niños coman verduras?

Es común que la mayoría de los padres tengan algunos momentos de tensión referidos a la alimentación y más si se trata de comer verduras. El intento de que sus hijos coman brócoli, espinaca o zanahoria a veces es toda una pulseada.

Aunque, de acuerdo con una experta, el aprovechar un mal de comida puede ser precisamente ese “truco” para que logre el cometido de comer «lo verde” del plato. Viene siendo un «comer sin pensar», lo cual consta de ingerir alimentos, sin hacer un registro de lo que entra por la boca.

Cuál es el truco para que los niños coman verduras

 

Según Jane Ogden, quien es profesora de psicología de la salud de la “Universidad de Surrey” y también es autora del libro “The Good Parenting Food Guide”, expresa que prácticamente todo el mundo usa esta conducta de “comer sin pensar” en algún momento de su vida. Esta es la razón por las cual también se come de más, ya que se engulle sin pensar lo que se tiene en frente sin importar lo que esto sea, del tamaño que tenga la porción e incluso de que cantidad de hambre se tiene.

Ogden aconseja que se debe “atacar” cuando menos lo esperen, es decir darles verduras cuando estén concentrados mirando TV. A esto agrega: «Va a ocurrir, así que úsalo», dice Ogden. «Cuando tus hijos estén mirando TV, pásales un plato con manzanas o zanahorias cortadas».

Según esta experta, la clave está en actuar natural, ya que la idea es que comiencen a comer pero sin darse cuenta de lo que están haciendo, es decir: “comer sin pensar”, y esto se va a dar en conjunto, por ejemplo, con la televisión ya que se da la llamada ceguera de falta de atención cuando los niños se encuentran frente a la televisión.

Agrega la experta: «Si un día comen zanahorias al frente de la televisión, al día siguiente se la pones en el plato. No podrán alegar que no les gusta» y aclara que los niños comienzan a aprender  a alimentarse con cierta comida a través de la familiaridad: «se trata de conseguir que adquieran el hábito de comer frutas y vegetales».

La idea tampoco es la celebración, ya que esto puede generar el efecto contrario. «La comida basura a deshoras no es buena para los niños, en cambio no hay problema con que ingieran frutas y vegetales entre comidas», señala.

La especialista aconseja que todo deba ser como algo casual, en donde los alimentos deben ser fáciles de agarrar para los niños y aunque se terminen comiendo un kilo de zanahorias, no se le  debe hacer un festejo ni mostrarle felicidad por eso. Cuando se alaba este tipo de hazañas es cuando se les da una especie de poder a los niños, y sin dudarlo lo usarán en contra, repetidos el duelo por tener que comer zanahoria, espinaca o cualquier otra verdura.