Varicela

varicela

El virus varicela-zoster (VVZ) puede producir 2 enfermedades: la varicela que resulta de la infección primaria por el virus y el herpes zoster que se produce por su reactivación. El VVZ pertenece al grupo de los herpesvirus con los que comparte la característica de persistir en el organismo luego de la infección primaria, pudiendo posteriormente reactivarse cuando por cualquier causa se produce una depresión de la inmunidad celular. Es un virus exclusivamente humano siendo el hombre  el único reservorio y fuente de infección.

La varicela es una enfermedad muy contagiosa, frecuente en niños en quienes es habitualmente benigna y por tal no se considera un problema en salud. Prácticamente todos los individuos se infectan en el curso de su vida, estimándose que en el área urbana  90 % de los mayores de 30 años.

Se contagia por contacto directo con  las lesiones cutáneas y por inhalación de secreciones respiratorias que contienen el virus. El período de contagio se extiende desde 1 o 2 días antes de comenzar la erupción hasta la aparición  de las costras.

En el adulto y en el menor de 2 años la enfermedad suele ser más grave porque  son más  frecuentes las complicaciones.

Sintomas de la varicela

El período de incubación dura de 12 a 20 días y es asintomático.

Le sigue el período prodrómico, que dura  de horas a 3 días, durante el cual los síntomas son inespecíficos:

  • Fiebre poco elevada
  • Cefaleas
  • Anorexia
  • Vómitos.

El período de estado se caracteriza por

  • Aparición de la erupción cutáneo-mucosa constituida por lesiones máculo-pápulo eritematosas que en 24 horas se transforman en vesículas. Las mismas son de tamaño y forma variable, tensas, simulando «gotas de rocío» y están rodeadas de una aréola rosada.
  • Es característico de la varicela el polimorfismo lesional regional. Estas lesiones predominan en cabeza y tronco. En el paciente inmunocompetente a los 5 días del comienzo de la erupción ya no presenta lesiones nuevas.

La duración de la enfermedad es de 2 a 4 semanas.

Tratamiento específico

El aciclovir administrado precozmente, hasta las 24 horas del inicio de la erupción,  disminuye la aparición de nuevas lesiones y la diseminación visceral.

No está indicado administrarlo rutinariamente en las personas inmunocompetentes.

Se recomienda en:

  • Prematuros.
  • Recién nacidos.
  • Embarazadas.
  • Pacientes con enfermedades pulmonares y cutáneas crónicas.
  • Inmunodeprimidos.

Se aconseja no administrar ácido acetilsalicílico por el riesgo del sindrome de Reye.

El tratamiento debe complementarse con  medidas generales de higiene.

Prevencion de la varicela (profilaxis)

La mejor prevención de la varicela es evitar los posibles contactos. Sin embargo, por ser una enfermedad altamente contagiosa, es difícil de evitar el contagio .

La inmunización pasiva previene la enfermedad o atenúa los síntomas. No está indicado administrarla en forma indiscriminada. Es útil en la población de riesgo, no inmunizada,  que  tuvo contacto con un caso de varicela: embarazadas,inmunodeprimidos celulares, etc.

Debe ser administrada lo más pronto posible, dentro de las 72 horas posteriores al contacto.

La vacuna contra varicela disponible es una vacuna a virus vivos atenuados procedente de la cepa OKA. Es altamente inmunogénica resultando eficaz para niños sanos y personas de alto riesgo. En adolescentes y adultos la respuesta inmunológica es algo menor. Su administración a contactos domiciliarios y hospitalarios, pocos días después de la exposición a un caso de varicela, fue capaz de abortar nuevos casos.

Complicaciones de la varicela

Se producen por acción directa del virus, por mecanismo inmune o por sobreinfección bacteriana.

Los lugares donde se encuentran con mayor frecuencia son:

  • Piel: Es frecuente la sobreinfección de las lesiones cutáneas especialmente por Streptococcus beta hemolítico, aunque también por otros gérmenes de la piel como S. aureus o del ambiente.
  • Aparato respiratorio: A nivel del pulmón puede producirse una neumonitis viral con patrón intersticio-nodular. Es una complicación grave potencialmente fatal, más frecuente en adultos, niños pequeños y pacientes inmunocomprometidos.
  • Sistema nervioso: En lo que respecta a las complicaciones neurológicas se describen: encefalitis, cerebritis, meningitis, mielitis transversas, sindrome de Guillain Barré, sindrome de Reye. La patogenia de las mismas no está bien definida, mencionéndose la acción directa del virus y mecanismos inmunológicos. La ataxia cerebelosa es más frecuente en niños, suele manifestarse en la semana siguiente a la erupción  y es de evolución generalmente benigna. La encefalistis es más frecuente en adultos y potencialmente fatal.
  • Otras complicaciones son
  • Miocarditis
  • Pericarditis
  • Hepatitis
  • Nefritis
  • Diátesis hemorrágica