Si come más calorías de las que usa ira directo al aumento de peso.
Así, en teoría, no importa cuándo se comen, siempre y cuando el número de calorías que consume cada día coincide con el número de las que quema.
Pero algunas investigaciones han demostrado que la forma en que los alimentos se distribuyen puede afectar el aumento de peso. Un estudio realizado en 2009 en la revista Appetite encontró que comen leyendo engordan mas para una misma cantidad ingerida y que las personas que no desayunan, o que demoran comer temprano en el día, tienen más probabilidades de engordar ya que “hacen” una comilona posterior.
Comer de noche
Puesto que el cuerpo se ralentiza por la noche, las calorías consumidas por la noche pueden ser más propensas a ser almacenadas en lugar de utilizarse. No sólo es una persona menos activa, sino que procesos tales como la motilidad intestinal, la digestión o la absorción de nutrientes parecen operar en una especie de reloj biológico que muestra disminución de la actividad por la noche.
En realidad es el comer irregularmente más que comer por la noche. Casi todas las personas obesas muestran conductas alimentarias que a menudo implican saltarse el desayuno.
Consejos para comer menos de noche
Por todo lo visto es fácil asumir que se debe a comer en la noche que uno engorde, y en realidad no es así.
Si va a comer saludablemente, hágalo mediante comidas regulares y meriendas durante el día, una cena tardía probablemente no será un problema si es una pequeña porción de comida.
Evite comer una cena excesivamente grande. Si no lo logra, asegúrese de comer snacks cada tres o cuatro horas. Si usted puede pique frutos secos o frutas, mientras está en el trabajo, es probable que así vuelvan a casa con menos hambre.