La Vitamina C o ácido ascórbico es una Vitamina hidrosoluble necesaria en el cuerpo para formar el colágeno en los huesos, cartílago, músculo y vasos sanguíneos.
Además ayuda en la absorción de hierro.
Las fuentes de Vitamina C son más que nada las frutas y hortalizas; especialmente los cítricos como las naranjas.
Vitamina C y las defensas
El uso de Vitamina C en la prevención y tratamiento del resfriado común y de infecciones respiratorias sigue siendo controversial, con investigaciones en curso. Para la prevención del resfrío, más de 30 ensayos clínicos, incluyendo más de 10.000 participantes; han examinado los efectos de tomar Vitamina C a diario, sin una reducción significativa en el riesgo de desarrollar resfríos.
Además en las personas que desarrollaron resfríos mientras consumían Vitamina C, no hay diferencia en la gravedad de los síntomas se ha visto en general, aunque una pequeña reducción en la duración de los resfriados si se ha confirmado
Deficiencia
La deficiencia grave de Vitamina C causa escorbuto.
Aunque es raro, el escorbuto incluye consecuencias serias y puede causar la muerte. Los pacientes con escorbuto se tratan con Vitamina C y deben estar bajo supervisión médica.
Muchos usos para la Vitamina C se han propuesto, pero pocos han demostrado ser beneficiosos en estudios científicos. En particular, la investigación en el asma, el cáncer y la diabetes siguen siendo inciertas, y no se han descubierto beneficios en la prevención de las cataratas o enfermedades del corazón.
Hipervitaminosis C
Las dosis altas de Vitamina C se han asociado con múltiples efectos adversos.
Estos incluyen
- Cálculos renales
- Diarrea severa
- Náuseas
- Gastritis
- En raras ocasiones: Sofocos, sensación de desmayo, mareo, y fatiga se han observado.
- Las grandes dosis pueden precipitar la hemólisis (destrucción de glóbulos rojos) en pacientes con deficiencia de glucosa 6-fosfato deshidrogenasa
(enzima involucrada en el metabolismo de la glucosa – carbohidratos).
Las dosis altas de Vitamina C debe evitarse en personas con afecciones agravadas por la carga de ácido, tales como la cirrosis, gota, acidosis tubular renal.