Reacción adversa a los medicamentos

Reacción adversa a los medicamentos

La reacción adversa a los medicamentos, también conocida bajos el acrónimo «RAM«, se define, según la OMS, como «cualquier reacción nociva no intencionada que aparece a dosis normalmente usadas en el ser humano para profilaxis, diagnóstico o tratamiento o para modificar funciones fisiológicas«. La farmacovigilancia es un área de la farmacología que se dedica exclusivamente al estudio de las distintas RAM.

La ingesta de grandes dosis de ciertos medicamentos, ya sea a propósito o bien por un descuido, no se puede considerar como una RAM bajo el punto de vista de la farmacovigilancia. A pesar de esto, sí son considerados a tales efectos los medicamentos que se suelen utilizar en las exploraciones médicas complementarias. De esta forma misma forma, la sustancia que se inyecta en la vena para realizar un TAC por ejemplo, con contraste se considerará un medicamento para la farmacovigilancia. Una consideración similar se le da a las vacunas. Esto suele ser así en forma general, aunque cabe mencionar que en algunos países la legislación también busca aumentar las garantías para los ciudadanos ampliando el ámbito de las RAM.

Existen dos tipos principales de reacción adversa a los medicamentos, por un lado tenemos la RAM tipo A y por el otro la RAM tipo B.

En la RAM tipo A, los factores de riesgo de mayor importancia son: los cambios biofarmacéuticos, las modificaciones farmacocinéticas, las enfermedades previas, las variaciones farmacogenéticas, las modificaciones farmacodinámicas, las alteraciones hidroelectrolíticas y la interacción farmacológica.

En la RAM tipo B los factores de riesgo más importantes que podemos encontrar van a depender en realidad del propio sujeto, de sus propias características físicas y biológicas, las cuales además suelen estar determinadas por sus propios genes. El estudio de las causas de origen genético que intervienen en la respuesta del organismo a un fármaco es llevado adelante por la farmacogenética.

Debemos recordar siempre que los fármacos pueden producir al menos tres tipos de efectos sobre el paciente: el efecto primario (que suele ser el buscado), el efecto colateral y el efecto secundario.
El efecto primario es producido sobre los receptores de nuestro cuerpo que son buscador específicamente cuando el fármaco es diseñado, o en otras palabras, nos referimos a los que son sus «objetivos».
El efecto colateral se da cuando también se produce un efecto sobre un receptor que es diferente del que se busca originalmente.
El efecto secundario es aquel que se produce por acción del efecto primario o bien del efecto colateral.